DEFINICIÓN DE MARRÓN
Un marrón (brown) es todo aquel trabajo que nadie desea realizar.
Dependiendo de la situación desde la que se observe, el marrón puede tomar
distintas connotaciones:
Desde el punto de vista del jefe:
Es aquella tarea de suma importancia para el desarrollo estratégico de
la
empresa que ha de ser realizada con el máximo esmero y en el menor
plazo
posible.
Desde el punto de vista del empleado:
Es el hartarse a currar normalmente como consecuencia de la ùltima
idea
genial del jefe con un trabajo que no suele servir para nada pero que
debería
estar listo ayer.
Agravantes que pueden darse en un marrón
Urgencia
Nocturnidad
Alevosía
Recochineo
¿COMO RECONOCER UN MARRÓN?
En general, los marrones se reconocen inmendiatamente pero por si el
lector
es aún novato en estas lides y tiene dificultades en reconocerlos se dan a
continuación algunas pistas:
Introducción: Por regla general, la introducción del marrón suele
llevarse
a cabo por medio de frases del estilo de: “oye, tú no tienes nada
urgente
que hacer ¿verdad?” o “mira, ha surgido una cosa que hay que resolver
esta
misma tarde”, algunas empresas han desarrollado su propia terminología o
argot, tanto para los marrones (footing, calling…) como para los
enmarronados (champi, maquina…), en las mismas no es extraño oir
frases del
estilo “Champi…¿con qué andas?”, inequívoca frase que señala la
proximidad
de un marron.
Sintomas: Una vez que el marrón ha caído encima, se le puede reconocer
por
los siguientes síntomas:
Nerviosismo y desasosiego
Ojeras, dificultad para conciliar el sueño
Mala leche en función del tipo y plazos del marrón
Aumento alarmante en el consumo de café
Salida de la oficina a horas intempestivas con la inquientante
sensación de
que uno va a casa de visita.
La prueba del nueve: Si pese a las indicaciones anteriores el lector
aún
no tiene claro si lo que le ha caído encima es un marrón, puede llevar a
cabo
la llamada prueba del nueve del marrón: solicítese ayuda a un compañero
referente al marrón objeto de sospechas. Si el compañero responde con
alguna
de las siguientes evasivas: “es que yo no se nada de eso”, “es que
estoy muy
ocupado” (cuando ostensiblemente se ve que no está haciendo nada) o
“mira, a
mí no me líes” puede estarse plenamente seguro de que uno se está
enfrentando
a un auténtico y genuino marrón.
SUJETOS ACTIVOS Y PASIVOS DEL MARRON
El marrón tiene como principal característica la presencia de numerosos
sujetos involucrados en su ciclo de vida y a los que nos referiremos
continuamente a lo largo del documento. Lo que sigue es una lista
incompleta
de los sujetos más comunes implicados:
Sujetos Activos:
Los sujetos activos del marrón son los encargados de dirigir los marrones
hacia los sujetos pasivos. Dependiendo del organigrama de la empresa los
sujetos activos pueden a su vez ser sujetos pasivos de otros.
La siguiente lista describe los tres tipos más usuales de sujetos activos,
en
orden creciente de actividad marronera.
Enmarronador (Browner):
El Browner es aquel sujeto que por las características de su puesto (o
de su
forma de ser, que hay de todo) asigna marrones a los demás. Cualquier
persona que consciente o inconscientemente te suelte un marrón adquiere
automáticamente la categoría de Browner.
El Browner suele asignar marrones de forma esporádica o prolongada en el
tiempo. También existen browners que marronean de forma más periódica
pero
siempre con un volúmen reducido de marrones.
No debe odiarse en exceso al Browner, ya que él, a su vez, suele tener
otros
Browners por encima que generan los marrones y él se limita a reasignar
(usando una técnica de Brown Throwing, que se verá más adelante).
Asignador de marrones (Brown Dispatcher)
El Brown Dispatcher es un tipo especial de Browner, cuya función es la
asignación periódica y sistemática de marrones.
El Brown Dispatcher, a veces conocido como jefe de proyecto se
caracteriza
por sufrir de una personalidad inestable y tornadiza que le hace cambiar
de
parecer con frecuencia suprimiendo los marrones asignados y/o
reemplazandolos
por otros si cabe aún más inútiles.
Los marrones endiñados por un Brown dispatcher suelen ser continuos en
el
tiempo y de duración discreta.
O Rei do Marrón
Este es el Browner supremo. O Rei se caracteriza por la generación de
marrones de proporciones titánicas sencillísimos según él, que deben
estar
determinados siempre en un tiempo record.
O Rei suele ocultarse tras una fachada inocente que oculta sus aviesas
intenciones. No se sabe de ningún Rei que no se haya dirigido
amablemente a
sus víctimas antes de enmarronarlas. Se dice de ellos que son lobos con
piel
de Cordero en honor a uno de los más famosos Reyes que ha conocido la
historia.
Como suele suceder la inutilidad de los marrones endiñados por un Rei es
directamente proporcional al esfuerzo necesario para conseguirlos e
inversamente proporcional al tiempo disponible para acabarlos.
Existe una variedad mutante del Rei de denominación incierta (O mais
Portentuoso Enmarronador do Universo Mondo, es el más común) que se
caracteriza por ser un híbrido de Rei y Dispatcher. Obviamente estos
sujetos
son seres desgraciados (en su doble acepción) ya que todo el mundo
rehuye
hablar con ellos ante la altísima probabilidad de acabar cubierto de
caca.
Sujetos pasivos
Los Sujetos Pasivos son los destinatarios finales del marrón. La
característica de Sujeto Pasivo no debe ser objeto de frustración ya que
existen técnicas que pueden hacer al sujeto pasar de pasivo a activo como
se
verá más adelante en este documento.
La siguiente lista describe los cuatro tipos más usuales de sujetos
pasivos
en orden creciente de probabilidad marroneante.
Enmarronado (Browned)
Se denomina Browned a todo sujeto al que acaba de caerle encima un
marrón.
Todo el mundo es vulnerable a verse enmarronado por lo que categoría de
Browned no es exclusiva de ningún grupo específico. Como dice uno de
los
corolarios de Brownzowski: “Se enmarrona el Rey, se enmarrona el Papa,
y de
enmarronarse nadie se escapa”.
Buscamarrones (Brown Finder)
El Brown Finder o Tontolculo es un tipo especial de sujeto presente en
toda
empresa al que su especial forma de ser le convierte en candidato
especial a
comerse morrones.
Se le reconoce fácilmente pues sus frases suelen empezar por entradas
como
“Yo me ofrezco voluntario” o “Yo te echo una mano”. Esta predisposición
a
comer marrones les hace ganar muchos amigos, tanto entre los compañeros
como
entre los jefes; pues ven en él un blanco de descarga inmediato.
Comemarrones (Brown Eater)
El Brown Eater es un sujeto desdichado cuya existencia parece girar en
torno
a la comida de marrones. Morador habitual de la Brown Room (ver más
abajo),
el comemarrones empieza y acaba su jornada laboral sepultado entre
marrones,
cumpliéndose así la primera regla de Reemplazsky: “El número de marrones
susceptibles de ser asignados diariamente a un sujeto X es igual al
número de
marrones que es capaz de diligenciar en ese mismo periodo de tiempo
multiplicado por el factor corrector (1+p)”
No todos los Brown Eaters consiguen sobrevivir. El camino es largo, duro
y
erizado de trampas. Sin embargo, aquellos que logran remontar la
condición de
comemarrones deben ser tratados con suma cautela; esto es así porque el
largo
periodo de comida marronil afecta severamente a sus cerebros y, desde
ese
momento, sólo viven para la venganza. Debido a ello, un comemarrones
liberado
tiende asintóticamente a reciclarse en Brown Dispatcher de Primera.
PBC (DFB)
El PBC (siglas de P*t* Becario de los C*j*n*s) se encuentra en el
escalón más
bajo de la escala evolutiva y por tanto carece de derechos pero no de
deberes. Estas dos características se combinan de un modo tan perfecto
que
los Browners (de todo tipo) les tienen considerados como comemarrones de
primera.
Son limpios, educados, no se quejan, trabajan como cosacos y en algunos
casos
no cobran. No es de extrañar, pues, que las empresas hagan un uso cada
vez
más extensivo de PBCs.
El PBC suele acabar de dos formas posibles: contratado por la empresa,
con
lo cual cambia sus grilletes de hierro por unos de acero inoxidable o
ingresado en el Instituto Frenopático más próximo, incapaz de aceptar la
presión.
TERMINOLOGIA DE USO CORRIENTE
El marrón no es un objeto aislado. Parte de su idiosincrásia reside en el
conjunto de accesorios y/o complementos de que se rodea y que contribuyen
a
darle carácter. He aquí una lista de terminología corriente aplicada al
marrón.
Comerse un Marrón (To Eat a Brown)
La más usada. Es el hecho en sí mismo de haberse convertido en receptor
de
un marrón fresquito. Afortunadamente el hecho de comerse un marrón no
tiene
por qué implicar tener que finalizarlo.
Son sinónimos de esta acepción enmarronarse (To be Browned) y recibir
un
marrón (To get Browned). La frase usualmente empleada por los Browners
es
“Te ha caído un marrón” (Lamentablemente intraducible. A brown has
fallen
upon you, no es válida).
Marronómetro (Brownmeter)
Se denomina así al documento impreso o electrónico donde se van
apuntando los
marrones tanto encargados como planificados.
El Marronómetro puede adquirir diversas y variadas formas, recibiendo
nombres
curiosos según se les iban ocurriendo a sus creadores. Así podemos
encontrar
el Diagrama de Gantt, planning, el Cuaderno de Carga, etc …
En general, el marronómetro sirve para que los Browners tengan
apuntadas las
fechas previstas de finalización del marrón y llegado el momento se
sientan
en el derecho de exigirlo. El marronómetro es una de las más fuertes
medidas
de presión psicológica que pueden aplicarse al Browned.
Zona de Marrones (Brown Zone)
También denominada Zona de Alto Riesgo de Marrón es un lugar donde la
probabilidad de comerse un marrón es mucho más elevada de lo normal.
Estas zonas no suelen estar delimitadas fisicamente siendo un conjunto
finito
(distinto del vacío) de recintos multiplemente conexos abiertos o
cerrados
entre los cuales no tiene porqué existir una relación causal.
Suelen ser Brown Zones los despachos de los jefes, las zonas colindantes
a
dichos despachos y aquellos lugares por los que suelen pasar con
frecuencia.
También pueden incluirse en esta clasificación las zonas frecuentadas
por los
Browners.
Es imprescindible evitar estas zonas en la medida de lo posible ya que
la
probabilidad de comerse un marrón es directamente proporcional al tiempo
que
se pase en ellas.
Sala del Marrón (Brown Room)
También conocida en ciertos entornos como Staff, es el lugar donde los
Browners suelen elegir a sus víctimas. Se sabe de empresas que dedican
espacios específicos como Brown Rooms.
Normalmente estas salas están ocupadas por personas inmersas en una
febril
actividad, enmarronadas hasta las cejas, de tal forma que no es extraño
ver
esparcidos por la sala paquetes de patatas fritas, o cajas de pizza
formando
altos montones. En algunas Brown Rooms se han llegado a encontrar
camastros
o catres pues es sabida la tendencia de los moradores a hacer noches en
ellas.
Otra característica de las Brown Rooms es que, al no tener un momento
libre
en que poder abandonarla los Brown Eaters que las pueblan suelen ser los
candidatos más probables a comerse el siguiente marrón para su propia
desgracia con lo que abandonar la sala es cada vez más difícil al entrar
en
un proceso eternamente recursivo.
TIPOS DE MARRON
Contrariamente a lo que pueda pensarse el marrón no es un objeto
claramente
definido. Existen varios tipos de marrón y conocerlos ayuda a delimitar
con
claridad la actitud a tomar ante la inminencia o hecho consumado de una
comida de marrón.
Marrón Flotante (Floating Brown)
Es un marrón que sobrevuela las cabezas de sus posiles destinatarios sin
decidir sobre quién caer ni en qué momento hacerlo.
Este marrón tiene la característica de que es conocido con antelación lo
cual
posibilita la adopción de medidas preventivas por parte de los
candidatos a
Browned. La táctica más conocida es contraer una repentina enfermedad
que
impide al Browned a acudir a la oficina durante una semana o dos. Sin
embargo, esta técnica es ampliamente conocida por los Browners y no se
recomienda. Otras tácticas más útiles suelen ser autoasignarse marrones
inexistentes y mucho más urgentes encargados por falsos Browners que
impiden
la asignación del Floating Brown. No obstante ¡Cuidado! ya que esta
técnica
ha demostrado en ocasiones ser un arma de doble filo.
Marrón Imprevisto (Unexpected Brown)
Este es el marrón que nadie se espera. Se trata de la modalidad más
corriente de marrón ya que si los marrones estuvieran previstos sería
mucho
más fácil esquivarlos.
Marrón Fulminante (Flashing Brown)
Se trata de un marrón que cae sobre uno de repente, sin previo aviso, de
tal
forma que cuando uno quiere darse cuenta ya está enmarronado y ni
siquiera
ha tenido tiempo de abrir la boca.
Esta es una modalidad del Unexpected Brown con agravantes, ya que en
este
caso el tiempo de respuesta del sujeto pasivo es superior al tiempo de
dispatching del Browner, con lo cual el marrón casi siempre consigue
alcanzar
su total plenitud.
Se recomienda un gran entrenamiento para este tipo de marrones, ya que,
al
ser altamente inesperados, sólo el tiempo de reacción y capacidad de
réplica
(o labia) del sujeto pasivo pueden lograr esquivarlo.
Marrón no Evitable (Unavoidable Brown)
Este es el tipo más fatídico de marrón ya que, como su propio nombre
indica,
posee unas características que convierten al sujeto pasivo en el
receptor
idóneo para el mismo. Debido a ello no importará el volumen previo de
marrones adquiridos o los llantos, pataletas y/o blasfemias del
enmarronado:
el Brown entrará hasta la bola sobre el desdichado Browned.
Marrón Mutante (Mutie Brown)
Este es un tipo de marrón que evoluciona en el tiempo, de tal manera que
aunque inicialmente se planteó de una determinada manera acaba
convirtiéndose
en la cosa más insospechada generando toneladas de basura por el camino.
También entran en esta categoría aquellos marrones reconocidos como
tales
pero que aparentemente están bien dimensionados en tiempo, lo que
permite
respirar un poco; pero que, sin embargo, escasos minutos después
eclosionan
ante llamadas del tipo de la siguiente:
– ¿Tienes ya ese encargo?
– Ah, pero, ¿lo querías ya?
– J*d*r, claro, ¡si tengo la reunión a las seis!
Marrón Pata Negra (Black Leg Brown)
Este es el marrón de tu vida, el que te dejará indefectible marcado a
sangre
y fuego para siempre. Los marrones pata negra suelen ser ilimitados en
tamaño
pero de duración discreta, lo que agrava aún más sus características, de
por
sí dañinas.
Como el astuto lector habrá sospechado, los browners que endiñan
marrones de
este estilo adquieren automáticamente la categoría de Reies do Marrón.
El desafortunado comedor de un marrón pata negra, una vez que haya
podido
sobrevivir a él, gozará, no obstante, de una gran ventaja sobre sus
otros
compañeros, y es que acabará tan escocido que será muy difícil para los
browners colarle nuevos marrones: las técnicas defensivas del ex-browned
habrán mejorado ostensiblemente e incluso pueden tornarse agresivas
según los
casos.
Automarrón (AutoBrown)
Este marrón es un caso especial y peligroso que suele desarrollarse en
tres
fases.
En principio comienza como un encargo, bien sea de tu jefe directo o de
un
compañero de otro departamento, cuya realización no parece plantear
ninguna
dificultad. Esta primera impresión constituye el primer error a evitar,
ya
que, debido a dicha sencillez aparente, el marrón es asumido
ingenuamente por
el incauto browned. Esta es la Fase de Comida.
Sin embargo, en cuanto uno comienza a trabajar en el asunto se va dando
cuenta de que la cosa no es tan sencilla, de que va a llevar bastante
más
trabajo del esperado, y de que encima se lo hemos prometido para ya
mismo al
browner. Esta es la Fase de Furia, reconocible porque el sujeto
arrejunta las
cejas y/o empieza a murmurar (o gritar, según) frases del estilo de:
“…si
es que soy un gilip*ll*s”, o “¡quién c*j*nes me mandaría a mí…!”.
No obstante, el daño ya esta hecho y se entra en la Fase de Apagar
Fuegos.
Sólo caben dos salidas: comerse el marrón entero, la más habitual; o
bien
marear la perdiz en la medida de lo posible aduciendo imprevistos y
dificultades asociadas a la tarea. “No, es que el programa calcula
forlayos,
pero para obtener filostros hay que modificarlo y eso llevaría un par de
días” es una frase muy socorrida en estos casos que no dudamos que el
lector
sabrá adaptar a su caso concreto.
Marrón de Ultima Hora (Last-time Brown)
El más temido y a la vez el más odiado. Es el que te endiñan cuando, al
final
de la jornada laboral establecida en el convenio (je, je), y tras
recoger tus
cosas para irte a casita, se acerca el jefe (o similar) y pronuncia la
siguiente sentencia (algunos la llaman invocación demoniaca): “¿Tienes
un
momentito?”.
A partir de ese instante, sólo una mente rápida será capaz de inventar
una
excusa plausible que permita la pronta huida. Es conveniente disponer de
un
amplio repertorio, ya que el excusarse alegando citas con el dentista o
similar una y otra vez puede llegar a despertar el chip de alarma del
jefe.
Marrón Autodetectable (Autodetecting Brown)
En condiciones normales, el browner, ignora, desconoce, desestima e
incluso
rehusa la esencia del brown por distintas y numerosas razones. Pero
existen
casos de browns, en los que el browner, no es que no sepa, desconozca,
ignore, etc…. la esencia del brown, es que no vislumbra ni en su mejor
sueño de que trata el brown.
Es en estos casos, cuando el browner hace uso de uno de los browned
(normalmente utiliza a los más resolutivos) para que saque adelante un
brown
auténtico (suelen ser Black Leg Browns).
El proceso consiste en pasar a la víctima una documentación escasa,
pobre, e
ininteligible para que descifre, planifique y finalmente resuelva el
brown en
cuestión. Es entonces cuando se habla de Autodetección del Marrón.
Este proceso debe de realizarse con suma delicadeza. Durante el tiempo
que
dure, puede que el browned quede bloqueado (hanged). Este hecho puede
ser
totalmente asintomático por lo que el browner debe de estar atento a
todo el
proceso. También puede manifestarse de muy diversas formas; vista fija e
inmóvil en el pseudodocumento entregado, emisión de balbuceos en bajo
volumen
que pueden tornarse a sollozos, caras desencajadas, juramentos
desgarradores
(irreproducibles según el libro de estilo de esta redacción), suspensión
de
toda actividad sexual (si es que la hubiese), sudor frío… Si se
llegase a
este punto, debe de resetearse al browned.
Para ello, el browner, si desea el éxito, no debe utilizar la formula
“Venga
déjalo.. es igual, sigue con lo que estuvieras haciendo”. ¡Eso
equivaldría a
admitir la derrota! El browner utilizará esta otra: “Vete a casa y ven
mañana” (los lectores más suspicaces, se habrán percatado del
paralelismo
existente con las nuevas tecnologías del plajanplei, siguiendo la máxima
de
que o va a la primera o ya no va a ir nunca).
Esta es la razón, por la que los browners intentan eludir este tipo de
browns. Tienen miedo de que algunos de sus mejores brownable-people
queden
inutilizados durante algunas horas e incluso días. No hay datos
oficiales
pero hay quien ha llegado a asegurar que en algunos casos los daños
producidos por este proceso son irreversibles.
No obstante, si el browned consigue completar el proceso y salir
adelante, le
queda la insatisfacción de haber conseguido algo que nadie le va a
reconocer,
ya que sólo él puede saber lo que ha tenido que hacer para sacar esto
adelante, puesto que los demás browned se limitan a presenciar ajenos a
todo,
la secuencia antes descrita, y el browner por su lado, bastante tiene el
pobre (fíjate) con resetear al browned si fuera necesario.
He aquí pues, una versión agresiva de Brown, con la salvedad de que no
sólo
es temida por los browned, si no que también siembra el pánico entre los
más
aguerridos browners.
Marrón Sonda (Probe Brown)
Otra de las variantes en las que podría englobarse el tipo anterior,
podría
ser el de Marrones Sonda. En el fondo, todos y cada uno de los marrones,
podrían calificarse como sonda, aunque hay casos muy claros en los que
se
esta dando un auténtico Probe Brown, al igual que hay otros casos que no
se
podrían calificar de tales, como es el caso de los Marrones Fulminantes
(Flashing Browns).
Es ciertamente difícil describir con precisión las características de
este
tipo de browns, ya que como hemos dicho, casi la totalidad de los
browns,
tienen algo de sonda. Pero si hay un detalle claro y evidente, ese es el
comienzo de un Sonda: “Oye mira es que el tema ese de …..” – “No, no,
si
ya…” – “Mira oye, fíjate un momento en esto….” -”Oye te has dado
cuenta
de esto…… es que quizás se podría hacer esto otro si…..”. El
browner,
deja caer en un primer contacto, una serie de frases comprometedoras,
esperando que en cualquier momento, el browned (inocente de él) le de
alguna
contestación al respecto.
Esto se conoce como sondeo del marrón. Se deja caer con suavidad como
flotando, como si en realidad no fuera un brown, a ver que pasa, a ver
si
cuela, a ver si suena la flauta. ¡Punto fundamental este! Es necesario
hacerse el sueco con naturalidad; de no ser así, el browner asignará el
marrón con el agravante de recochineo (esto puede reconocerse por las
risas
retorcidas que dejará escapar al volver a su puesto).
En estos casos, los browner, tienen un comportamiento ciertamente tierno
cual
corderos camino del matadero; pero lo que ignoran los browned
susceptibles de
convertirse en víctimas (evidentemente los mas talludos no caerán en
este
truco) es que detrás de esta fachada se puede esconder el marrón de su
vida
(o el que acabe con ésta).
Se han dado anécdotas, como la acaecida en una pequeña empresa de cuyo
nombre
no quiero acordarme, en la cual casi la totalidad de los browned, fueron
dados de baja, quedando unos pocos, y siendo todos estos unos browned ya
quemados, endurecidos, y con una larga lista de browns marcados a sangre
y
fuego en sus rostros (todos ellos “pata negra”, claro está). Esta
circunstancia, hizo que los browns, o eran tales, o no había nada que
hacer.
Es decir, o el browner entraba a saco a por el browned (haciéndolo
unavoidable) o que si quieres arroz, Catalina. Evidentemente, en esta
situación los marrones sonda no tienen razón de ser, porque si a algún
browner se le ocurriese soltar una sonda, tendría las mismas
posibilidades de
volver a verla, que de volver a ver el Halley. Quizás su segunda o
tercera
generación pudiera tener noticias de aquella.
Marrón póstumo (Post-mortem Brown)
Esta es una variedad muy frecuente de marrón, cuyos destinatarios son
aquellas personas que han abandonado la empresa para pasar a otra. Los
marrones póstumos se manifiestan tras llamadas de antiguos compañeros o
jefes
quienes, tras unos minutos de animada charla, soltarán alguna frase del
estilo: “Por cierto, ¿te acuerdas de aquel trabajo que hiciste?…Es que
nos
ha surgido una necesidad que…Es que aquí nadie lo conoce muy
bien…¿no
podrías pasarte por aquí y echarle un vistazo?”
Lo que comienza siendo una visita de cortesía para revisar unos papeles
puede
convertirse en un marrón genuino que dure varios días, con el agravante
de
tener que atender paralelamente el trabajo propio. Por fortuna suele ser
sencillo de evitar aduciendo el alto volumen de marrones a los que
actualmente
se enfrenta en la nueva empresa. Por supuesto es condición
imprescindible no
haber mencionado previamente el mayor desahogo del que se disfruta en el
trabajo actual.
SITUACIONES MARRONEANTES
Brown Throwing (Lanzamiento de marrón)
Se trata de la técnica básica a través de la cual el Browner le cuela un
marrón al currito.
Existen varios formatos de throwing. La mayoría de ellos implican
rodeos y
frases agradables acompañadas de sonrisistas por parte del jefe. Estos
suelen ser los marrones más peligrosos. Como regla general desconfía de
tu
jefe cuando se te acerque con una sonrisa en los labios y/o te invite a
café.
Otros marrones sin embargo, se presentan en la forma de ordenes directas
del
jefe (correspondiendo a la categoría de Unavoidable Browns) y ante
ellos, por
regla general, no hay defensa.
Brown Storming (Tormenta de marrones)
Erróneamente denominado por algunos enteradillos como Brainstorming, el
Brown Storming es una situación en la que un grupo de sujetos activos y
pasivos se reunen en una sala con la sana intención de soltar paridas y
pasar
un rato agradable.
El objetivo final del Brown Storming es, sin embargo, mucho más
siniestro ya
que los Browners presentes recogen las paridas pronunciadas y las
retocan
convirtiéndolas en ideas geniales (suyas por supuesto) que degeneran en
multitud de pequeños marrones (o un único marrón King-Size) para los
Browneds
presentes o incluso ausentes de la reunión.
Brown Raining (Lluvia de marrones)
El Brown Raining o lluvia de marrones es una desagradable situación en
la que
un gran número de marrones son engendrados sin previo aviso y comienzan
a ser
repartidos entre la gente por los Browners o los dispatchers.
El Brown Raining tiene varias variantes. La más conocida y temida es la
eufemísticamente llamada “Situación de Emergencia” o “Salvese quien
pueda”,
en la que ante la inminencia del cumplimiento de los plazos de un
determinado
proyecto las tareas del mismo se subdividen y barajan aleatoriamente y
se
empiezan a repartir entre la plantilla independientemente de su nivel de
conocimientos o del trabajo que en ese momento estuvieran haciendo.
Brown Shower (Lluvia de marrones)
El Brown Shower es una variante apocalíptica del Brown Raining en la que
la
lluvia de marrones se concentra sobre un desdichado individuo que la
recibe
en su gloriosa totalidad.
El sujeto receptor de una ducha de este estilo no es en rigor un
comemarrones
pero adquiere el título a nivel honorario.
Pressing Brown (Marrón presionado)
Se denomina así a aquella situación en la que el jefe, o cualquier otra
persona que tenga cierta ascendencia o poder sobre uno (ya sea fáctico,
teórico o cualquier combinación de ambos) presiona una y otra vez hasta
que
consigue colarnos algún marrón.
Los Browners que practican estas técnicas suelen reincidir en ellas ya
que
por lo general suelen darles buenos resultados pues al final consiguen
endiñar algún marrón cuando alguien no consigue soportar la presión.
Una táctica de pressing muy usada es la de atacar a la víctima por
varios
frentes a la vez (ya sea entre varios Browners o uno solo) de tal forma
que
le acaban colando al menos un marrón. A veces estos marrones son en
realidad
señuelos que se utilizan para despistar a la víctima la cual acaba
aceptando
el verdadero marrón como mal menor.
Como técnica para evitar comerse un marrón de este tipo conviene siempre
fijar al contrario sin dejarle barajar los marrones de tal forma que
estos
se vayan planteando de uno en uno a fin de poderlos esquivar más
comodamente.
Brown Dodging (esquive de marrón)
Es la situación en que tras esfuerzos heróicos y sobrehumanos se
consigue
esquivar el marrón haciendo que este se diluya en la nada.
Passing Brown (paso de marrones)
Es la técnica en la que por medio de trucos y añagazas generalmente
sucios se
consigue endiñarle el marrón a un compañero.
Los argumentos que suelen emplear en estas siguaciones giran en torno a
la
gran ignorancia propia para hacer frente al trabajo encomendado (nótese
que
jamás deberá emplearse la palabra marrón si se desea hacer un passing o
el
jefe se dará cuenta del intento) y la gran valía y amplitud de
conocimientos
del (incauto) compañero.
Algunas frases de uso común son: “Sí, hombre sí, a mí ya me ha hecho él
alguna vez cosas parecidas” o “Pues la verdad es que yo de eso no tengo
ni
P*t* Idea. El que sabe mucho es ….”.
Para garantizar un buen Passing es conveniente, asímismo, hacer notar la
gran
cantidad de marrones que uno tiene encima frente a la alta
disponibilidad del
compañero.
Si el Passing se realiza en la manera adecuada no sólo sirve para
esquivar el
marrón, sino que además con cierta gracia y astucia, el compañero puede
llegar a agradecerlo ya que le supondrá una inmejorable ocasión para
ganar
puntos ante el jefe a la para que para adquirir experiencia en temas
nuevos.
Swapping Brown (intercambio de marrones)
Se llama así a la técnica de defensa más dificil de cuantas existen y
por
medio de la cual se consigue que el marrón rebote sobre uno mismo y
vuelva a
su destinatario el cual se encontrará con una bonita patata caliente
entre
las manos.
Los individuos que consiguen realizar con éxito un Swapping suelen ser
aclamados en silencio por sus compañeros de trabajo (y a voces a la
salida
del trabajo) y acostumbran a experimentar un periodo de euforia personal
cuya
duración está determinada por el tiempo de aparición del siguiente
marrón.
Por supuesto, un buen Swapping debe generar reflexión especular. Si
existe el
más mínimo resquicio en la argumentación que pueda dar lugar a que parte
del
marrón se refracte, el browner deshará el swapping y el marrón volverá a
caer
sobre uno en su variante de unavoidable. La técnica para conseguir un
coeficiente de reflexión de módulo 1 requiere un master avanzado en la
Universidad de Brownachussets, cuyo contenido excede el alcance de este
texto.
Walking in the Mouth of the Brown (meterse en la boca del marrón)
Esta es la situación en la que uno no tiene más remedio que introducirse
en
el despacho de jefe, (para entregarle algún informe, para preguntarle
algo,
etc.) cuando en este se ciernen nubes de marrón, lo que motiva que la
densidad de probabilidad de la nube marronera que pueda flotar en dicho
despacho comience a concentrarse sobre uno.
Evidentemente, la aparición en tales circunstancias de un sujeto
brownable
condensa la nube haciendo que esta descargue. La densidad de la lluvia
está
en proporción directa a lo espeso del ambiente, pudiendo degenerar en
Brown
Raining o incluso en Brown Shower (ver arriba).
El meterse en la boca del marrón es una de las características de los
Brown
Finders, pero hay veces en las que no existe otro remedio. No queda, en
tales
casos, más que armarse de valor y tirar p’alante.
To be at the Feet of the Brown (Estar al pie del marrón)
Se llama así al estado durante el que el browned se encuentra en medio
de un
marrón y no es capaz de divisar su hipotético final.
CALCULO DE LA PROBABILIDAD DE ASIGNACION DE MARRONES
A fin de ayudar al lector a evitar en la medida de los posible la
afluencia
de marrones sobre su persona, incluímos a continuación un método para
calcular la densidad de probabilidad de llevarse un marrón a cuentas en un
momento dado.
El siguiente teorema es fruto de los sesudos esfuerzos de los profesores
Johnnie Esparzin y Julius Braun de la prestigiosa Universidad de
Brownachussetts (La Moraleja – USA).
Teorema de Braunin – Esparzin:
La densidad de probabilidad de llenarse de caca (Pkk) en un lugar de
trabajo
responde a la siguiente fórmula:
Pkk = F * (1 – exp ( – P * Bt * Oc
* In / Ts ) )
donde:
Factor Descripción Unidades
F Factor de corrección de Fakin-Vossman que depende básicamente del
ángulo de visibilidad que tenga el jefe de tu sitio. Este factor
incluye así mismo correcciones sobre el grado de inesperabilidad del
marrón que hacen tender el valor del factor a I. Adimensional
P Prisa del abnegado trabajador por salir ese día. Hurrys
Bt Constante de Factores Medioambientales. Esta constante tiende a
infinito cuando mejor está el día. Güeters
Oc Nivel de ocupación del trabajador Busys
In Media estadística de la densidad de probabilidad de la función de
Inutilidad del marrón esperado. segundos
Ts Constante directamente proporcional al tiempo que resta
teóricamente para tu salida de la empresa. Cuanto menor sea este
tiempo, mayor será la probabilidad de Browning. segundos
Sobre el factor de corrección de Fakin-Vossman hay que tener en cuenta
que se compone de varios términos:
F = Pj * ( 1 – Ch ) *
cos a / E
donde:
Factor Descripción Unidades
Pj Probabilidad de que te encuentre el jefe. Este factor depende de
la distancia adimensional a la Brown Zone más próxima y de la
movilidad relativa del jefe. Adimensional
Ch Capacidad de huida. Este parámetro es inversamente proporcional
a lo lejos que esté la salida. Evidentemente Ch<<I. Runaways
a Angulo con el que el jefe ve tu mesa según sale de su despacho
Grados
E Esperabilidad del marrón Ingenuitys
Notas sobre la expresión:
La mayoría de los parámetros que intervienen en la expresión de
Braunin-Esparzin son de difícil cuantificación y en su mayoría son fruto
de cuidadosos procesos de medida. Así, la experiencia dicta que la
probabilidad de que te encuentre el jefe (factor Pj de Fakin-Vossman) es
siempre mayor que 0.5.
Existen tablas empíricas que ofrecen los valores de estos parámetros.
Estas tablas están recogidas en el informe I-666 del ITU-B: “Browning
parameters for the face: An empirical approach”. Entre estas tablas se
encuentran las tablas de corrección de Brownfinni, que corrigen algunos
de los parámetros anteriores en base al valor de otros.
En lo que respecta al parámetro Ch, no se tiene constancia de que Ch
pueda ser igual a 1. El lector deberá suponer siempre que Ch pertenece a
[0, 1).
Para el factor de esperabilidad, E, tan sólo se han podido realizar
cálculos de tipo empírico (ITU-BI-103 “Relationship between employee and
the generation of flashing browns”). Estos cálculos se han basado en la
observación del grado de felicidad de los incautos futuros browned. Se
puede observar claramente en la expresión de Fakin-Vossman que
1 runaway = 1 ingenuity, con lo que F es adimensional.
Un último detalle es que el lector avispado habrá podido observar que la
fórmula de Braunin-Esparzin puede dar lugar a probabilidades de comida
de marrón mayores que 1. Esto, que parece contradecir toda la teoría
clásica de estadística, no es más que un efecto relativista debido a la
velocidad con que se suelen generar los marrones. Los marrones no se
generan a c (velocidad de la luz), pero muchas veces van a 0.9c. El
resultado de este molesto efecto (denominado efecto Brown-Warp) es que
el sujeto pasivo del marrón no se comerá uno, sino varios marrones
simultáneamente.
Propiedad asociativa del marrón
“Un marrón nunca viene solo”
me faltan datos
donde:
Factor Descripción Unidades
Pa Probabilidad de aparición del siguiente marrón Adimensional
Tm Tiempo transcurrido desde el último marrón. Segundos (sí, sí)
A Amplitud del último marrón comido Brownies
NOTA: Esta función no es finita en el instante cero e indica la alta
probabilidad de que te cuelen varios marrones de una sola vez.
Teorema de Brownzano-Weierstrass
“La función de asignación de marrones es continua pero no derivable en
el intervalo (0, infinito) y presenta un máximo absoluto en el punto
donde la pendiente de la curva de despiste se hace infinita”
Lo que traducido al vulgo viene a decir que si no tienes nada que hacer
y se te nota, estás jodido. La no derivabilidad de la función implica,
además, que las técnicas de swapping no son realizables en este caso.
Corolario: Postulados de Skakeitor
Como corolario al teorema precedente se incluyen aquí los 10 postulados
de Skakeitor, desarrollados con la intención de suavizar la pendiente de
la curva de marrones:
Si no tienes nada que hacer nunca lo confieses
Espera sin impaciencia una orden de trabajo, nunca la provoques
No inquietes a los que trabajan
Adopta una postura especial, dando sensación de actividad
Permanece relajado y soporta sin fatiga aparente toda inactividad por
larga que sea
Ama el trabajo bien hecho y por ese motivo dejalo para los compañeros
más cualificados
Si te vienen ganas de trabajar, siéntate, y espera que se te pasen
No sufras complejo alguno al recibir del cajero la primera
mensualidad
Hay muchos más accidentes de trabajo que de reposo
El trabajo consume, el reposo economiza
Conclusión: El trabajo es una cosa buena. No seas egoista y déjalo para
los demás.
EJEMPLO PRACTICO
Sea un trabajador A, que se encuentra cómodamente situado en una mesa en
forma de L a unos 10 metros de la salida más próxima de la sala en que
se encuentra. Es viernes, 24 de mayo, y hace una tarde fenomenal (27º y
sin nubes. Ligera brisa). Nuestro currante, A, ha quedado con su novia a
las ocho de la tarde para ir al cine y luego a cenar. Son las seis menos
cinco de la tarde y A ha trabajado duro para tener listo encima de la
mesa del jefe el último informe urgentísimo sobre la exportación de
margaritas de siete pétalos (famosísimas porque siempre contestan que sí)
a Mozambique. Al lado de A se sienta otro trabajador, B, que tiene
tres años de antigüedad en la empresa más que A y que lleva toda la
tarde escribiendo extrañas misivas sin moverse ni levantar la vista de la
mesa.
Teniendo en cuenta que el despacho del jefe de A se encuentra a unos 15
m de su mesa y hay visión directa (30º) entre él y A, y que es de sobra
conocida la afición de dicho jefe por retocar los documentos (“Pues este
párrafo me lo pones en negrita, esta tabla en gris y este título en rosa
fosforito…”). Calcule la probabilidad de que la novia de A se vaya al
cine con B.
Este es un caso claro en el que aplica el Teorema de Braunin-Esparzin.
El primer paso es obtener el valor del Factor de Fakin-Vossman:
Dado que existe visión directa entre el jefe y A, la probabilidad de que
el jefe encuentre a A es directamente mayor que 0.5. Aplicando la tabla
de corrección por distancia de Brownfinni tenemos que:
Pj = 0.8
Por otro lado, dado que A se encuentra a 10 m. de la salida más próxima
es evidente que el factor Ch será digno de consideración. Sin embargo,
el hecho de que su mesa sea en forma de L obstaculiza la posible huida
en función de la postura que esté adoptando A cuando el jefe se levante
de la mesa; en estos casos, la práctica aconseja asignar a Ch un valor
entre 0.4 y 0.3. Poniéndonos en el caso peor, sea:
Ch = 0.3
Por último, en lo que respecta al factor de esperabilidad, es obvio que
A no piensa en otra cosa que salir de allí, lo que reduce el factor.
Pero teniendo en cuenta la actitud sospechosa de B, A podría llegar a
mosquearse. Esto, sumado a la experiencia acumulada de A en marrones en
su empresa, nos permite concluir que la esperabilidad del marrón es del
50%, o sea:
E = 0.5 ingenuitys
Con todo, el factor de Fakin-Vossman resulta:
F = (0.8*0.7*cos30) / 0.5 =
0.96
Veamos ahora el resto de parámetros de la expresión. Es obvio que habrá
que aproximar algunos de los valores. En particular es obvio que la
media de la función de inutilidad del trabajo es 1. A nuestro estimado
currante no le cabe duda de ello. Por otro lado, el enunciado dice que
el trabajo está terminado, por lo que a A tan solo le quedan por hacer
algunas cosillas de última hora y recoger la mesa; puede suponerse sin
cometer mucho error que está a 0.1 busys de ocupación. Y que el
Ts es de 300 segundos.
La prisa de A por salir de allí es bastante alta, pues su novia le ha
hecho saber reiteradamente que esta harta de quedarse sola en casa
esperando a que salga del trabajo y que como no espabile él verá. Esto
hace que su nivel de prisa sea de 60 hurrys (véase la tabla 1437.23 del
I-666 del ITU-B). Por último, la tarde es espléndida. Consultando las
tablas temporales del I-666 del ITU-B, en el cruce de la columna del 24
de mayo con la fila de 27 grados (Celsius) resulta un Bt de 173.7 güeters
(ya corregido con el modificador de brisa ligera).
Con todo ello:
P * Bt * Oc * In / Ts =
1042.2
de donde:
Pkk = 0.96 * ( 1 – exp( -1042.2 )
) = 0.99
Lo que nos permite concluir que A ya puede ir pensando en hacer una
visita a la cafetería de “Lo que necesitas es amor”
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