LA TURQUÍA DE ERDOGAN
El régimen vigente en Turquía ya era opresivo, pero ahora es autoritario, y está ocurriendo en una democracia que integra la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y que intentaba ingresar a la Unión Europea. Es todo un mensaje a tener en cuenta.
“Es la cacería de brujas más grande en la historia de Turquía”, explicó el periodista Can Dündar.
El intento de golpe ocurrió un viernes por la noche. Para la tarde del domingo siguiente, 73 periodistas habían sido arrestados según las redes sociales pro-gobierno.
“Mi nombre estaba a la cabeza”, explicó Dündar.
En 3 días, 20 portales de noticias fueron bloqueados, y las licencias de 24 estaciones de radio fueron canceladas.
El diario Meydan fue allanado y sus 2 editores detenidos. Los liberaron 24 horas después.
También fue arrestado el periodista Orhan Kemal Cengiz, en el aeropuerto con su mujer.
Es casi imposible escuchar hoy en Turquía voces que estén en desacuerdo. Los medios de difusión fueron totalmente controlados por el gobierno.
La vigencia de la Convención Europea por los Derechos Humanos ha sido cancelada hasta nuevo aviso. “Una nube de miedo flota sobre el país”, dijo Dündar.
Él agregó: “Cuando el presidente Recep Tayyip Erdogan declaró el Estado de Emergencia por 3 meses, yo pensé: “Nada ha cambiado”. Como periodista que ha producido documentales en todos los anteriores golpes en el país, y ha vivido a través de los últimos 3, conozco bastante bien qué tan terrible puede ser el régimen de un golpe. Sin embargo, también vi cómo este fracaso puede fortalecer a Erdogan, transformándolo rápidamente en un opresor.”
La política de Turquía siempre ha funcionado como un péndulo: oscila entre mezquitas y cuarteles, una y otra vez.
Cuando el péndulo anda muy cerca de las mezquitas, los soldados dan un paso al frente y tratan de llevarla a las barracas.
Y cuando la presión del laicismo de los cuarteles se vuelve muy grande, el poder de las mezquitas crece: “Los demócratas educados, sentados entre estos extremos, son los que siempre reciben el golpe.”
Dündar: “¿Por qué no podemos escapar este dilema? Es fácil de explicar y difícil de resolver. Los militares turcos han sido, desafortunadamente, los únicos “guardianes” del laicismo; en un país donde la sociedad civil no ha madurado, los partidos de oposición son débiles, los medios de difusión son censurados, y las uniones, universidades y autoridades locales son neutralizadas. Las fuerzas armadas siempre han afirmado ser los únicos protectores de la modernidad del país. Paradójicamente, sin embargo, cada golpe de Estado armado por el Ejército no sólo ha dañado la democracia sino que ha alimentado al Islam radical. Un reciente funeral de un militante contra dl golpe simbolizó la situación: el Presidente estaba allí. El Iman predicó: “Protégenos, señor, de toda la malicia, especialmente la de los educados”.
“Amen”, grito la multitud.”
Entonces, el intento de golpe de Estado es solo el ejemplo de una oscilación de cientos de años. Pero también está perfilando ser una de las peores. Durante el intento de golpe del 15/07, la multitud respondió a las convocatorias de las mezquitas que duraron horas. Ellos gritaban:“Allahu Akbar” (“Alá es grande”) mientras linchaban a los soldados: volaron banderas turcas y banderas verdes del Islam, y gritaban:“¡Queremos ejecuciones!”.
Una lista de todo tipo de “disidentes”, no solo periodistas, circuló de inmediato. Cerca de 60.000 personas; incluyendo 10.000 oficiales de policía, 3.000 jueces y fiscales, más de 15.000 profesores y todos los decanos en el país, han sido o detenidos o despedidos, y el número está creciendo.
“La tortura, prohibida desde el golpe militar de 1980, ha resurgido. Una campaña se ha lanzado para revivir la pena de muerte, la cual fue abolida en 2002. Es la cacería de brujas más grande en la historia de la república”, advirtió Dündar.
“¿Qué significa esto? Que la autoridad legislativa será, en breve, neutralizada en gran escala y redirigidas sus atribuciones a la autoridad ejecutiva; el acceso a juicios justos será obstruido; y se impondrán mayores restricciones en medios de comunicación. Erdogan ya ha declarado que si el Parlamento decide votar a favor de la pena de muerte, él la aprobará. Y si no está mintiendo, esto puede causar un total distanciamiento de la familia europea de la cual Turquía ya se siente excluida.”
Algo más agregó: “Por razones que todavía no podemos entender, los soldados quienes participaron en el golpe de Estado del viernes bloquearon sólo el camino que iba de Asia a Europa pero no fueron tocadas las rutas que van a Rusia, Arabia Saudita, Qatar e Irán. Encuentro esta decisión simbólica: Turquía parece estar atrapada en Asia. La puerta a Europa se está cerrando.
Y los problemas que nos quedan son estos: Bien, nos liberamos de un golpe militar, pero, ¿quién nos dará refugio de un Estado policial? Estamos a salvo de la ‘malicia de los educados’ (sea lo que signifique la frase), pero ¿cómo nos defenderemos de la ignorancia? Mandamos a los militares de regreso a sus barracas, pero ¿cómo vamos a salvar a la política alojada en las mezquitas?
Y la última pregunta va a una Europa preocupada con sus propios problemas: ¿Harán la vista gorda una vez más y cooperarán porque “Erdogan tiene la llave de los refugiados”? O, finalmente, ¿se avergonzarán del resultado de su apoyo, y se pondrá del lado de la Turquía moderna?”.
La geopolítica
El fallido golpe de estado de Turquía puede traer consecuencias en las relaciones de Ankara (la capital, la 2da. ciudad más poblada del país tras Estambul) con Occidente, Rusia y Siria, advirtió el analista Ilya Lakstygal.
El 17/07, se volvió obvio que el intento de golpe militar en Turquía había fracasado. Los primeros arrestos han escalado en una improcedente y amplia purga del Ejército. Pero los amigos de Turquía no fueron demasiado rápidos en condenar el intento de golpe de Estado, mientras que, simultáneamente, afirmaban que todas las obligaciones internacionales permanecerían vigentes en Turquía.
Entonces, la posición internacional de Ankara no debería registrar ningún cambio fundamental. Sin embargo, estos eventos políticos internos inevitablemente afectarán las relaciones de Turquía con USA, Rusia y Siria, especialmente teniendo en cuenta la influencia de las fuerzas armadas de Turquía en la región.
De acuerdo al reporte analítico anual “Balance Militar para 2016”, preparado por el ‘think tank’ IISS (el instituto internacional británico de estudios estratégicos), el ejército turco tiene 410.000 efectivos. Esto significa que el país tiene el ejército más numeroso de la NATO (u OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte), después de USAy, a diferencia de la mayoría de las fuerzas armadas europeas, el Ejército turco está constantemente ganando experiencia en la guerra de guerrillas, que libra contra los rebeldes kurdos.
El Ejército turco también es una institución política importante.Consistentemente su rol fue reducido por el presidente Recep Tayyip Erdogan, a pesar de unos breves aumentos de prestigio después de la guerra contra el PKK (Partido Obrero Kurdo). Sin embargo, ahora la inequívoca derrota de la élite militar en el fallido golpe de Estado tendrá un impacto en las relaciones de Turquía con sus aliados de la OTAN NATO, y su reciente enemigo Rusia.
Estos recientes eventos significan que muchos contratos de trabajo con Turquía, en el marco de la OTAN, han sido temporalmente congelados. El secretario de Estado de USA, John Kerry, ha explícitamente advertido a los líderes políticos turcos que sería un gran error para un aliado de la Organización ejecutar purgas masivas de sus oficiales militares en este momento.
USA se encuentra especialmente preocupada ya que la lucha contra el Estado Islámico de Iraq y la Gran Siria (ISIS) está en pleno auge, y la OTAN sigue advirtiendo contra la agresiva política exterior de Rusia, tema que fue debatido durante su reciente cita en Varsovia (Polonia).
La respuesta de Erdogan fue insinuar que USA estuvo parcialmente involucrada en el intento de golpe, al menos porque le brinda asilo político a quien él considera el principal ‘titiritero’ de la conspiración y de un ‘Estado paralelo’: Fethullah Gulen, en un exilio auto-impuesto en Pensilvania.
Luego, recordó el vínculo de cooperación entre los generales turcos de más alto rango y sus colegas estadounidenses, incluyendo el servicio de inteligencia.
La revista Foreign Policy señala que las consecuencias obvias de este fallido golpe de Estado será, a corto plazo, el debilitamiento de la funcionalidad del Ejército turco en la OTAN. Un indicio claro de esto fue que la inestabilidad política inmediatamente afectó la principal base de la Organización en Turquía, en Incirlik, cerca de la frontera con Siria.
Aparte de aeronaves, en Incirlik hay también misiles con cabezas nucleares. De hecho, la instalación fue desconectada por los conspiradores de su sistema de soporte vital durante el intento de golpe. Uno de los jefes golpistas era el comandante de la base.
Incirlik es la pista preferida de los aviones estadounidenses y los otros países miembros de la coalición internacional que luchan contra ISIS.
El intento de golpe detuvo los despegues de aviones de ataque desde la base, jets debieran apoyar las acciones de las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF), 60% de los cuales son sirios kurdos. El Ejército turco siempre ha considerado a estos nada más que una ramificación del PKK, el cual Ankara considera una organización terrorista. Es decir que todo el asunto es muy contradictorio.
A pesar de que ahora los vuelos desde la base de Incirlik se han retomado (por ahora, la coalición aérea es necesaria para apoyar a los kurdos durante sus batallas por el control de Manbij, una ciudad en el norte de Siria), las fuerzas armadas turcas difícilmente sean capaces de apoyar a los rebeldes del Libre Ejército Sirio (FSA) en Aleppo y en Latakia en un futuro cercano.
Después de todo, el ejército sirio cortó, desde el 18/08, toda comunicación con los barrios controlados por los rebeldes en Aleppo. Esto no significa que se detuviera el suministro a combatientes y a unidades enteras de inteligencia en Siria. Inclusive durante los días del intento de golpe de Estado, estas actividades continuaban realizándose.
Sin embargo, se cree que comenzó una declinación de la cooperación turca, y esto hará que sea más fácil para Moscú mantener el respaldo a Damasco.
Esto es lo que opina Ruslan Pukhov, el director del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías. Esto ocurrirá a pesar de los deseos del presidente turco Recep Tayyip Erdogan (quien nunca se rendirá acerca de sus ambiciones neo-otomanas) de incrementar el apoyo para el FSA.
Rusia, todo un tema
Es importante mencionar que alguien ‘filtró’ a la prensa poco después el intento de golpe, información concerniente a los contactos informales de la inteligencia militar turca y el régimen del presidente sirio Bashar Assad, apoyado por Rusia.
Sin embargo, Ankara y Damasco difícilmente retomen el dialogo oficial en un futuro cercano, dado que Assad describió a Erdogan como “un fascista” en su más reciente discurso ante el flamante Parlamento sirio.
De todos modos, uno podría descubrir cómo la retórica gira rápidamente 180º. No hay razón para sorprenderse por esta situación: el FSA apoyado por Turquía ha mostrado su importancia bélica. La amenaza kurda y las fallidas apuestas por la “oposición moderada” inevitablemente llevarán a un dialogo contra Moscú.
Al mismo tiempo, la feroz guerrilla kurda en las provincias del este de Turquía y el creciente poder de los compatriotas sirios ha llevado a Ankara a creer que Assad es, tal vez, el menor de los males, comparándolo con los kurdos en ambos lados de la frontera.
Damasco también ve a los Sirios Kurdos (su aliado situacional) con desconfianza, especialmente después de su declaración de su estado autónomo y el llamado para la federalización de Siria.
Uno debe recordar que las relaciones entre Washington DC y Ankara han empeorado a causa del problema kurdo. En su lucha contra ISIS, USA confía en el SDF (Fuerzas Democráticas de Siria) más que en el FSA (Libre Ejército Sirio).
Al mismo tiempo, ocurrieron contactos secretos entre los turcos y el gobierno sirio (y seguramente con el conocimiento de Moscú), a partir de una repentina mejora de las relaciones ruso-turcas después de la llamada “disculpa” que Erdogan pidió respecto al piloto ruso asesinado el 24/11/2015. Irónicamente el piloto turco que disparó contra el avión ruso estuvo involucrado en el intento de golpe el 16/07.
Los partidarios de Erdogan tomaron ventaja de este hecho tan afortunado: el mayor Melih Gokcek, un partidario de Erdogan, anunció en una entrevista con el canal turco afiliado a la CNN la captura del piloto “doblemente agresor”. Ahora, el ex héroe nacional estaba involucrado en un malvado complot incubado por los militares y el emigrado político Gullen para “envenenar” las relaciones entre Putin y Erdogan.
Sin embargo, hace poco tiempo, todo era diferente. En febrero 2016, cuando los rebeldes apoyados por los turcos en la provincia de Aleppo al norte de Siria fueron derrotados por los kurdos y las fuerzas del gobierno sirio, fueron los generales de mayor rango los que persuadieron al enfurecido Erdogan de intervenir en el país vecino y escalar su conflicto con Moscú.
Al final no sucedió una amenazadora confrontación militar directa con Rusia y Turquía fue capaz de evitar el peligro de abrir varios frentes en simultáneo: contra los kurdos en la retaguardia, contra los kurdos en Siria, contra Assad y sus aliados ruso-iraníes, y contra el ISIS.
Los militares apoyaban las continuas intervenciones en Siria, pero sólo dentro el marco de la estrategia “guerra de proximidad”.
La búsqueda de mejorar la relación con Rusia, obviamente, continuará. Es demasiado importante el vínculo comercial con Rusia, en especial por el proyecto de gasoducto hacia Europa. Este intenta de cicatrizar las heridas ocurrirá a pesar de que continúa la prohibición rusa de vuelos comerciales a Turquía y otros bloqueos temporales. Es posible que en la próxima reunión G20, se concrete un encuentro bilateral entre Putin y Erdogan. Sin embargo, queda por verse si la mejora de relaciones entre Moscú y Ankara será duradera.
La represión que sucede en el Ejército, la situación en la base aérea Incirlik y las persistentes demandas de extraditar a Gullen no sumarán temperatura a la relación con Washington DC.
Al mismo tiempo, los intentos de mejorar las relaciones con Rusia no significan que Turquía se abstendrá de perseguir sus políticas imperialistas en Medio Oriente o renunciará a proveer asistencia a los rebeldes sirios. Tal vez no sean tendencias a largo plazo, pero son una señal para USA, que acaban de hacer otro “acuerdo sirio” durante la última visita de Kerry a Moscú.
A pesar del empeoramiento de las relaciones (las cuales estuvieron peores en el pasado, durante la crisis de Chipre, en 1974) USA sigue siendo un aliado estratégico de Turquía.
“Y las relaciones con Rusia, a pesar del gas y el turismo, se puede posponer para más adelante, después de un descanso necesario, para no tener que pelear contra todos los enemigos a la vez. La pregunta es: ¿Cuánto durara este descanso?”, se preguntó Ilya Lakstygal.
El caso de China
Turquía es un puente importante a Europa para China. Los países cooperan estrechamente, a pesar de tensas relaciones por la minoría Uighur, que reside en China, recordó Frank Sieren, de la prensa germana DW.
El gobierno de China lanzo su primera declaración el día después del motín en Turquía. El vocero de Relaciones Extranjeras, Lu Kang, dijo que esperaba que Beijing esperaba que el gobierno de Turquía pudiese restaurar el orden tan pronto como fuese posible.
La declaración fue realizada sólo cuando ya era evidente que la situación estaba bajo control. Pero también es cierto que si el golpe de Estado hubiese resultado exitoso, podrían haber pasado años hasta que las relaciones bilaterales se restaurasen al nivel que están hoy en día. El presidente chino Xi Jingping y su contraparte turca, Recep Tayyip Erdogan, se llevan bastante bien.
Como puente entre Europa y Medio Oriente, y de ambos con Asia Central, Turquía es estratégicamente importante para el proyecto de ‘la nueva ruta de seda’ de China.
Estambul tiene un rol importante para los planes económicos de Beijing. No sorprende que China se encuentre invirtiendo en la infraestructura y en estabilidad bancaria asegurarse un acceso a largo plazo al mercado turco.
En 2014, un consorcio chino-turco construyó una línea ferroviaria de US$ 4.100 millones entre Ankara y Estambul.
El plan es bombear otros US$ 45.000 millones en un tren de alta velocidad de 10.000 kilómetros, construido por compañías chinas, con entrega en 2023.
En la más reciente cumbre del G20, en Beijing, los ministros de energía de China y Turquía acordaron impulsar la cooperación en tecnología nuclear. Esto sería de beneficio mutuo, ya que China le daría a Turquía acceso a sus investigaciones para construir plantas de energía, bloqueando, por ejemplo, el interés de Francia como único proveedor de plantas de energía nuclear llave en mano.
Pero la situación con los Uighurs en la región autónoma de China llamada Xinjiang, es un tema delicado.
En el pasado, Erdogan se sentía obligado a apoyar a los mayormente musulmanes Uighurs, a quienes los funcionarios chinos acusan de separatistas y terroristas. Los Uighurs y sus aliados han acusado al gobierno chino de represión cultural, política y religiosa.
En su viaje a Beijing en 2015, Erdogan garantizó a sus anfitriones que él y su gobierno actuarían en contra de cualquier actividad que pueda dañar a China. Sin embargo, la pregunta es: ¿Cuál es el valor de esta garantía si el propio ejército de Erdogan se alza en contra de él? ¿Cuánta estabilidad puede garantizar este Presidente?
La confianza de China en Erdogan se encuentra abollada. El gobierno seguramente se volverá más cuidadoso en cuanto a su aproximación a Turquía.
FUENTE: Urgente24.com
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