Cuando terminé mi investigación sobre cómo se originó la guerra civil en octubre del 34, me di cuenta de tres cosas. La primera, que las versiones de la guerra sostenidas comúnmente sobre la guerra civil, no solo por la izquierda, sino también por gran parte de la derecha, son falsas. No falsas en tal o cual aspecto, sino falsas de raíz. Un ejemplo: sostener, como se hace habitualmente, que la democracia la representaban una amalgama de stalinistas, marxistas revolucionarios, anarquistas, golpistas como Azaña y racistas separatistas es en sí mismo un disparate total. Y ese disparate fundamental solo puede generar distorsiones e interpretaciones absurdas. Otro ejemplo: se dice que que las izquierdas representaban el progreso y los intereses de los trabajadores y las derechas representaban los privilegios de una oligarquía oscurantista y explotadora. El hecho real es que cuando gobernó la izquierda, la miseria de la gente aumentó, junto…
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