En tiempos del salvaje y testosterónico Oeste las mujeres eran quienes lo tenían más difícil; básicamente tenían dos opciones: ser abnegadas esposas o ganarse la vida como prostitutas; el resto de actividades quedaban reservadas para los hombres. Rose Dunn fue una excepción en aquel masculinizado mundo; nacida en 1879, en Oklahoma, de una familia pobre, fue educada por monjas en el convento de Wichita y por sus propios hermanos, quienes le enseñaron todo lo necesario (montar a caballo, disparar o utilizar el lazo) para poder vivir al márgen de la Ley, como hacían ellos. Con quince años se enamoró de uno de los forajidos más famosos de aquella época, George Newcomb, antiguo miembro de la banda de los “Hermanos Dalton” y, posteriormente, de la de Bill Doolin. Rose pronto empezaría a colaborar con estos últimos forajidos, llegando a ser muy popular y conocida con el apodo de “Rose of Cimarron”…
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