Y para remate del tomate, la izquierda sale indemne, victoriosa, pese a ser la responsable. Imaginen que hace tres décadas yo hubiera decidido comprar una casa, o mejor dicho (por aquello de las tres ideas-fuerza claves de la ideología “progresista” optar por un coche nuevo, una nueva casa… y “nueva compañera”) pedir un préstamo hipotecario, [...]
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