El dictador amasó un gran patrimonio, pero hasta su propio hermano Raúl reconoce que el legado castrista es desastroso.
Por Diego Sánchez de la Cruz via LIBREMERCADO
Los actuales salarios no satisfacen las necesidades del trabajador cubano y de su familia
El modelo actual influye negativamente en la disciplina e incentiva el éxodo de personal cualificado que opta por salir de Cuba
El sistema desestima la promoción de los más capaces, ya que se traduce, generalmente, en que a mayor responsabilidad, menores ingresos personales
La anterior valoración sobre la ruina socioeconómica de Cuba no la firma ningún furibundo activista anticomunista. En realidad, son declaraciones de Raúl Castro en 2014. El hermano de Fidel reconocía así la necesidad de abandonar progresivamente el comunismo y adoptar un modelo económico más abierto.
Desde entonces, la dictadura ha impulsado tímidas medidas aperturistas, a menudo cosméticas, y también ha aprobado diversas leyes de inversión extranjera que buscan facilitar la entrada de capital en la isla. La viceministra de Comercio Exterior, Ileana Núñez, visitaba Madrid hace dos años y se reunía con el diario El País para reconocer que Cuba necesita “captar recursos financieros y lograr inversiones en sectores estratégicos”. La cabecera de referencia de la izquierda escribía entonces que el objetivo de Fidel y Raúl Castro era “sacar al país del estancamiento económico y el subdesarrollo”.
La realidad es cruda. Tras medio siglo de dictadura, el sueldo medio de los cubanos no llega a los 600 pesos, lo que se traduce en menos de 20 euros mensuales. ¿Y qué pueden adquirir los cubanos con esos 600 pesos? Un litro de yogur cuesta 30 pesos, un paquete de detergente o un kilo de pollo salen a 120 pesos… Y si ya resulta difícil comprar alimentos, acceder a cualquier comodidad se convierte en una misión imposible. Por ejemplo, una televisión cuesta 16 meses de sueldo íntegro mientras que una hora de internet supone 40 pesos.
La fortuna de Fidel
El impactante documental Cuba y los elefantes pone de manifiesto la miseria que sufren a diario los cubanos:
Pero recién fallecido Fidel Castro no sufría las penurias que sí atraviesa el cubano medio. Según revela su ex guardaespaldas, Juan Reinaldo Sánchez, el dictador nunca se privó de las comodidades y el lujo. “Al contrario de lo que pregonaba, Fidel nunca renunció a los lujos del capitalismo, una cosa era su discurso sobre la “vida austera” que debían vivir los revolucionarios, otra cosa era su modo de vida, que era el de todo un capitalista”, escribe.
Ya en su día, Fidel Castro fue incluido en la lista de políticos millonarios que elaboró la revista Forbes. Por aquel entonces, se estimaba que el dictador amasaba un patrimonio cercano a los 800 millones de dólares.
“No es el bloqueo, estúpido”
A menudo se culpa al bloqueo de EEUU del empobrecimiento cubano. En realidad, el progresivo desplome del castrismo se explica por el declive de la Unión Soviética, que cada año inyectaba fondos equivalentes al 30% del PIB isleño. Hoy, Cuba es libre de comerciar con cientos de países y, de hecho, el comercio supone el 40% de su PIB. Sin embargo, la producción de la isla es tan primaria que Cuba es un actor marginal en la globalización.
La clave no está, por tanto, en el bloqueo de EEUU, sino en el atraso económico que ha generado el socialismo. Lo vemos, por ejemplo, con el azúcar y los cigarros. Aunque en 1958 había una producción de azúcar equivalente a 859 toneladas por cada 1.000 personas, hoy esta cifra es de apenas 106, ¡ocho veces menos! Algo parecido ha ocurrido con los cigarros: desde 1958 hasta hoy, su producción cayó de 92.000 a 26.000 por cada 1.000 personas, ¡3,5 veces menos!
TEXT IN ENGLISH
The dictator amassed a great heritage, but even his own brother Raul recognizes that the Castro legacy is disastrous.
Current wages do not meet the needs of the Cuban worker and his family.
The current model negatively influences the discipline and encourages the exodus of qualified personnel who choose to leave Cuba.
The system dismisses the promotion of the most capable, Generally, with greater responsibility, lower personal income
The previous assessment of Cuba’s socioeconomic ruin is not signed by any furious anti-communist activist. In fact, they are declarations of Raúl Castro in 2014. Fidel’s brother thus recognized the need to gradually abandon communism and adopt a more open economic model.
Since then, the dictatorship has encouraged timid, often cosmetic, opening-up measures, and has also passed a number of foreign investment laws aimed at facilitating the entry of capital into the island. Deputy Foreign Trade Minister Ileana Núñez visited Madrid two years ago and met with the newspaper El País to recognize that Cuba needs to “raise financial resources and secure investment in strategic sectors.” The reference header on the left then wrote that the objective of Fidel and Raúl Castro was “to get the country out of economic stagnation and underdevelopment”.
The reality is crude. After half a century of dictatorship, the average salary of Cubans does not reach 600 pesos, which translates into less than 20 euros per month. And what can Cubans acquire with those 600 pesos? A liter of yogurt costs 30 pesos, a pack of detergent or a kilo of chicken comes out at 120 pesos … And if it is already difficult to buy food, access to any comfort becomes an impossible mission. For example, a television costs 16 months of full pay while an hour of internet costs 40 pesos.
The Fortune of Fidel.
The shocking documentary Cuba and the elephants shows the misery that Cubans suffer daily:
But recently deceased Fidel Castro did not suffer the hardships that the middle Cuban does. As revealed by his former bodyguard, Juan Reinaldo Sánchez, the dictator never deprived himself of comforts and luxury. “Contrary to what he preached, Fidel never gave up the luxuries of capitalism, one thing was his discourse on the” austere life “that revolutionaries had to live in, another way was his way of life, that of an entire capitalist” , writes.
Already in his day, Fidel Castro was included in the list of millionaire politicians who made Forbes magazine. At that time, it was estimated that the dictator amassed a patrimony near the 800 million dollars.
“It’s not the block, stupid”
The US blockade of Cuban impoverishment is often blamed. In fact, the progressive collapse of Castroism is explained by the decline of the Soviet Union, which each year injected funds equivalent to 30% of the island’s GDP. Today, Cuba is free to trade with hundreds of countries and, in fact, trade accounts for 40% of its GDP. However, the island’s production is so primary that Cuba is a marginal player in globalization.
The key, therefore, is not the US blockade, but the economic backwardness that has generated socialism. We see it, for example, with sugar and cigarettes. Although in 1958 there was a production of sugar equivalent to 859 tons per 1,000 people, today this figure is only 106, eight times less! Something similar has happened with cigars: from 1958 to today, their production fell from 92,000 to 26,000 per 1,000 people, 3.5 times less!
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