Lago Moraine en el Parque Nacional Banff, en Alberta, Canadá.
¿Qué sería del cielo sin ese azul tan maravilloso? El mar perdería parte de su encanto sin ese color, y para los seguidores del fútbol argentino puede que la albiceleste tampoco fuera la misma. La respuesta a la pregunta del título no es tan sencilla como pudiéramos imaginar de entrada. Que en la Antigüedad vieran todos los colores menos el azul parece algo sorprendente, difícil de creer, pero todo apunta a que así fue. Cuidado, no nos confundamos, con esto no quiero decir que no existiera dicho color, está presente desde el origen de los tiempos, pero el hecho de no tener un nombre que lo describiera hace que el ser humano no lo percibiera como tal.
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