Atentados como el de Bruselas y Niza, y ataques personales motivados por lo que dicta la religión. Ese fue el escalofriante número desde el 1º de enero de este año
Ocurrió este sábado cuando el sol caía en la ciudad de Multan, Pakistán. La modelo Qandeel Baloch fue asesinada por su hermano, un fanático religioso. La policía local declaró que fue estrangulada por una cuestión de “honor”. El criminal huyó. Y aunque no se trató de un atentado, fue la víctima número 11.774 del extremismo islámico en lo que va de 2016.
El cálculo fue realizado por un sitio que registra cada atentado, ataque o crimen motivado por cuestiones ultraislámicas. The Religion of Peace (La Religión de la Paz) lleva un listado dedicado a explicar brevemente cuántas víctimas mortales y heridos se produjeron por odio radical. Autodefinido como “no partidario y pluralista“, TROP (según sus siglas en inglés) nació…
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