Photo Credit: .Alejandro Rubio. via Compfightcc
El Plebeyo y la Princesa
En la torre, la bella Princesa sola y triste llora desconsoladamente.
Su Señor antes de irse a la guerra, su tesoro, de candados ha trabado.
Más ella ya no llora su castidad, sino el silencio y abandono de su Señor.
Se asoma a la ventana y contempla la vida. Es día de mercado, los niños juegan, los comerciantes hacen su mercadeo y las buenas gentes bailan a los sones de los trovadores.
Desde su atalaya la triste Princesa oteando en el horizonte, divisa a una zagala con su hombre . Con la mirada se acerca a la vera del rio y entre los helechos, en una cama de flores el zagal a su hembra desnuda.
Sus pezones en el centro de unos pechos de miel apuntan al cielo, mientras el joven con sus duras manos los amasa bebiéndolos a besos…
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