Porque el FCB es “una sociedad puesta al servicio de una idea traidora”.
Carlos Herrera se crió en Cataluña, parla català y entiende el nacionalismo mejor que Puigdemont. A diferencia del carajillero Eduardo Reyes o del Catalan Psycho Rufi, a pesar de ser andaluz jamás necesitó insultar a sus padres para hacérselo perdonar.
Carlos Herrera es bético, pero era seguidor del Barça, de “los barcelonistas de entonces, los que creíamos en un club acogedor con todos y solo al servicio de sus seguidores”. El pasado viernes recordó en ABC sus 17 años y a su tío Pablo, el almeriense que le llevaba a ver al Barça; recordó la primera vez que vio jugar a Cruyff en el Camp Nou. Y se lo cuenta a Johan: “Aquel club al que perteneciste es el club al que ya no pertenezco yo, como tantos otros. Algún amigo tuyo ha…
Ver la entrada original 108 palabras más
Archivado en: Uncategorized