Photo credit: Old Photographs Archive Spain via Foter.com / CC BY
El coche de Mariano.
Me suenan los recuerdos de mi niñez, de allá por los años sesenta en mi querido Madrid. Aunque tocábamos ya la prosperidad que venía de allende nuestras fronteras, la vida nos dejaba pocas salidas. Pero nuestra ilusión fue básica para llegar hasta hoy.
Quizá fueron tiempos difíciles, pero yo tuve la suerte de vivirlos alegremente, las golosinas eran para los Domingos y los Padrinos me compraban el tebeo, o las andanzas de Roberto Alcazar y Pedrín.
los domingos íbamos a tomar el aperitivo a la terraza de un café en la plaza del Callao, donde pedían patatas a la inglesa que sabían a gloria, en fin todo un lujo para mí.
Aunque la lambrettaera un moderno artilugio, que el Padrino usaba para sus correrías,que además en contra de mi sufrida Madre, servía para recogerme a la salida…
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