Originalmente publicado en EL OTRO PARTIDO:
El Real Madrid fue un equipo maduro en los primeros minutos, pero como habitualmente, cayó en la inseguridad, a partir de ahí, se apreció un Sevilla crecido tras el empate, que desarrolló un juego perfecto, en transición, haciendo daño por banda, con Konoplyanka como el mejor del encuentro.
El Real Madrid comenzó dominando, mediante un 4-4-2, aprovechando su superioridad y los metros que les concedía el Sevilla, que esperaba muy atrás para una posible contra. El medio del campo del conjunto de Nervión no existía, se encontraba a merced del conjunto blanco. Crearon mucho peligro, tanto que Nacho disparó a la madera desde la frontal. Por su parte, el Sevilla jugaba con un 4-2-3-1, liderado por el argentino Banega desde el enganche, que en los primeros momentos estuvo desconocido, provocado, principalmente, por la poca posesión del Sevilla.
Las múltiples llegadas del Madrid provocaban córners, en uno de ellos, llegó…
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