Originalmente publicado en El cántaro del Aguador:
El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo; y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres murieron por causa de las aguas, porque se habían vuelto amargas.
Ap 8,10-11
Perdonen que me haya puesto bíblico, pero eso es lo primero que me ha venido a la memoria al oír el nombre de esta señora, Dolores Agenjo, que se resistió a obedecer (por ilegales, no se olvide), las instrucciones de la consellera feixista Irene Rigau. Quizá podríamos decir, como dijo cierto molinero en su momento (o el rey Federico II de Prusia, según la versión), «es gibt noch Richter in Berlin». Aunque para el caso presente habría…
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