La gente y los medios quieren el bienestar y la seguridad que dan el capitalismo y la democracia liberal pero luego los denuestan y los odian. Se quiere acoger indiscriminadamente a todos refugiados, pero nadie se plantea el coste.
Más de tres años y 250.000 muertos después, y gracias a una fotografía dramática, la gente parece que se da cuenta de que en Siria está ocurriendo una carnicería.
¿No sabía la gente que en Siria había una guerra? Supongo que sí, lo que pasa es que vivimos en un mundo de imágenes, de sentimentalismo y de eslóganes. La racionalidad y la objetividad son rarezas, extravagancias, economicismos…
Ahora parece que se deben de abrir, o más bien eliminar, las fronteras y admitir de forma indiscriminada a cualquier inmigrante (aka refugiado) y de recibirlos con los brazos abiertos. Es la manera de expiar una culpa colectiva que nos han adjudicado los medios y la izquierda.
Porque… ¿Qué culpa tenemos nosotros de lo que pasa en Siria? Es curioso que la izquierda que calló durante décadas ante el régimen criminal de Assad padre e hijo, ahora quiera cargarnos la culpa de la descomposición de Siria. Pero claro la dictadura de los Assad era “laica y progresista” y además aliada de la Unión Soviética, y ahora de la Rusia de Putin, y los “revolucionarios moderados” sirios en un principio estaban apoyados por USA.
¡¡Si a estas alturas todavía en los medios no se llaman dictadores a los hermanos Castro!! No puede sorprender que a Assad se le llame también presidente.
En el colmo de la merma he leido en tuiter que la guerra de Siria la ha provocado USA, ¡Porque en Siria se han prohibido los transgénicos!
El problema de Siria es muy común en el Tercer Mundo. Países que gracias a los avances de la medicina, la higiene y a la mejora en la alimentación han bajado drásticamente la mortalidad, especialmente la infantil, provocando una explosión demográfica.
Pero a diferencia de lo que ocurrió en los países occidentales a finales del siglo XIX o principios del siglo XX, cuando esa explosión demográfica fue seguida de una industrialización, de un abandono de el dogmatismo religioso, de la progresiva creación de una clase media, de la familia nuclear (matrimonio mas dos hijos), de la incorporación de la mujer al mundo laboral y del uso generalizado de anticonceptivos, en muchos países del Tercer Mundo el crecimiento de la población no ha tenido en paralelo un proceso de industrialización, capitalismo, secularización de la religión y de incorporación de las mujeres al mundo laboral.
El resultado es la pobreza, la falta de trabajo para los jóvenes, y gente viviendo abigarrada en grandes ciudades con entornos contaminados.
Toda esa mezcla explosiva puede conducir a la aparición de movimientos para acabar con la dictadura pero también de iluminados que prometen soluciones mágicas, y finalmente a la guerra.
En Siria antes de la guerra nacían 400.000 niños al año, mientras que las defunciones eran de 100.000 personas.
¡¡300.000 habitantes más cada año!! En un país de 22 millones de habitantes y absolutamente pobre. Eso es como si en España tuviésemos un crecimiento de la población de 600.000 personas todos los años, es decir el de los tiempos de la burbuja.
Pero volvamos a Europa. Sí, ¡Admitamos a 120.000 “refugiados”!
Y pongo refugiados entre comillas porque lo que veo en televisión son hombres jóvenes bien alimentados y mujeres con el pañuelo musulmán y con niños igualmente bien alimentados. Refugiados que están en Europa porque previamente han pagado su “pasaporte” a las mafias, refugiados con teléfono móvil y hablando inglés o dicho de otro modo refugiados de la clase media alta de Siria (los pobres no pueden permitirse el lujo de pagar 5.000 € por cabeza a los traficantes).
Y los demás ¿Qué? El resto de los sirios, las víctimas de otras guerras, de otros regímenes corruptos y criminales… ¿Esos no tienen derecho porque no ha salido una foto terrible en los medios?.
Lo que se ha producido es un gigantesco efecto llamada, aunque haya cretinos integrales que lo nieguen. ¡Alemania, Alemania! gritan los “refugiados”. ¿Por qué no se van a Arabia Saudita que está algunos miles de kilómetros más cerca y que también son musulmanes? Pues porque los saudíes han construido un muro de 1.000 Km. para “evitar la infiltración del ISIS”, pero que también frena entradas de inmigrantes, y sobre todo porque
en Arabia Saudita y en el resto de monarquías del Golfo Pérsico los inmigrantes literalmente no tienen ningún derecho. En cambio en la UE les ofrecemos todos los “derechos” del Estado del bienestar.
¿Qué creen que pensarán las demás personas que viven en países del Tercer Mundo en condiciones horrorosas y sin perspectiva de futuro? Pues ahora reflexionen que esas “demás personas” son ¡¡¡CIENTOS DE MILLONES!!!
Más tarde o temprano las fronteras de la UE tendrán que volver a levantarse y se tendrá que dar la razón a gobiernos como el de Hungría ahora denostados por ser de “extrema derecha”.
Es muy bonito ir a la estación a recibir a unos cientos de inmigrantes, pero cuando esos trenes se hagan una rutina, cuando las ciudades se saturen de inmigrantes sin trabajo y culturalmente desarraigados, cuando los presupuestos públicos empiecen a resentirse del gasto todo cambiará. De hecho ya están cambiando.
En serio, ¿Alguien se puede creer que esta emigración masiva no está consentida y/o propiciada por el régimen de Assad para presionar a Europa?
En serio, ¿Alguien se puede creer que no tiene nada que ver con el envío de tropas y armamento sofisticado de Rusia para defender a Assad?
Y ¿Cual es la solución? El problema, como en muchos casos, es que no hay una solución rápida y de cuento de hadas como quiere la gente y los medios.
La gente y los medios quieren el bienestar y la seguridad que dan el capitalismo y la democracia liberal pero luego los denuestan y los odian. Se quiere acoger indiscriminadamente a todos refugiados, pero nadie se plantea el coste.
La solución sólo puede ser a largo plazo y sólo puede pasar por un proceso similar al que tuvimos en occidente en los países árabes y en los africanos.
Que nadie sueñe con implantar democracias liberales en países pobres y culturalmente antidemocráticos, y el islam es profundamente antidemocrático, por mucho que muchos tontos del culo lo nieguen.
Antidemocrático e intolerante.
Y que nadie sueñe en un desarrollo económico sin capitalismo
Pero la gente sigue pidiendo, o más bien exigiendo, soluciones rápidas, sin coste, sin cambios culturales y como esas soluciones no existen pues toca buscar culpables: gobiernos de “extrema derecha”, capitalismo salvaje, neoliberalismo deshumanizador, multinacionales sin escrúpulos, poderes financieros ocultos.
Incluso se oyen muchas voces diciendo que es mejor mantener a criminales psicópatas como Sadam Hussein, Gadafi o el mismo Asad que intentar aventuras democráticas que pueden acabar en victoria islamista en las urnas (Egipto) o con conflictos interminables entre sectas del Islam (Irak) o en Estados fallidos (Libia).
Es tanto como justificar a Franco diciendo que consiguió la creación de una clase media en España. Lo que pasa es que no parece que las tiranías de esos países lleven el mismo camino que el franquismo.
De momento en lo que va de año 680.000 personas han entrado en Europa ilegalmente o bajo la denominación de refugiado. Hay quien dice que no son muchos, total el 0,14 % de la población de la UE. Pero luego el mismo Martin Schulz dice que para afrontar el gasto que supondrán los refugiados habrá que “flexibilizar los objetivos de déficit”. Vamos que no hay dinero.
Insisto 680.000 inmigrantes en lo que va de año pueden parecer pocos, pero detrás de ellos hay otras decenas de millones de personas que pueden creer que su futuro está en el Estado del bienestar europeo.
Yo sigo pensando que, o llevamos la Civilización Occidental al Tercer Mundo, o el Tercer Mundo llegará a Europa, de hecho está llegando.
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