Originalmente publicado en Verdades que ofenden..:
Lo degollaron en la plaza pública, le cortaron la cabeza, lo colgaron de los brazos a una farola en el centro del pueblo y colocaron su cabeza bajo los pies. Precariamente sujetas a las orejas y la nariz, sus gafas de intelectual. Muy francesas. Aunque podían haber sido de cualquier capital europea o árabe, de las muchas que visitó Khaled Al Asaad en su larga vida profesional como científico de la antigüedad, como uno de los grandes arqueólogos sirios y experto en el helenismo. Al Asaad era el arqueólogo jefe de las ruinas y excavaciones del oasis de Palmyra, una gema de la antigüedad, una joya del arte, de la creación, la sensibilidad y la belleza de que es capaz el ser humano, preservada en pleno desierto sirio para asombro y disfrute del mundo. Al Assad era el guardián de esta ciudad en el oasis y cruce de caminos. Fue…
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