Podemos, no es una creación a la ligera o un simple movimiento social surgido de la desesperación, lógica por otra parte, de la sociedad española. Ese partido, va más allá de toda esperanza, creada de manera artificial, por un grupo de personas cuyo único interés, es la desestabilización de un país: España.
La creación, formación y realización de Podemos no es la primera ni la única en la historia de Europa. Un movimiento de características similares, en el sentido de desestabilizar un país, hacerse con el poder y desde allí manejar a su antojo a toda la población, lo encontramos en la Alemania de Hitler. Este, como Pablo Iglesias, fraguó durante largo tiempo su “Movimiento” hasta que en 1923 escribió “Mi lucha”. Pablo Iglesias no ha llegado a tanto, me refiero en el tiempo, ya que Hitler, si hacemos caso a su autobiografía que podemos encontrar en su libro de la editorial Wotan, Barcelona 1995, volumen I, páginas 29 y siguientes, pasó de un cierto “amor” hacia el imperio Austrohúngaro y una “simpatía” hacia los judíos, al odio más exacerbado, contra ambos.
Los únicos paralelismos, por el momento, que podemos encontrar entre estos personajes, son: un afán desmedido por el poder y el siguiente, y en mi opinión el más peligroso, es que aprovechando los graves errores que el sistema democrático, consiente y permite, saben sacar partido y hacerse no tan solo un hueco en el nicho político, sino que pueden llegar de forma legítima al poder.
La democracia, en su afán por permitir que cualquier ideología pueda aparecer en la palestra política, dejando al descubierto unas deficiencias en extremo peligrosas. La Alemania posterior a la II Guerra Mundial, dio como resultado la prohibición de cualquier partido anejo al Nacionalsocialismo, incluso prohíbe cualquier simbología, precisamente para no caer en ese error. No obstante, partidos de ultraizquierda, pueden existir sin que nadie le dé la menor importancia. España no es una excepción, en nuestro país, existen partidos desde el comienzo de la democracia, que de llegar al poder, significaría el fin de la vida tal y como la conocemos; aun así son consentidos, porque su repercusión en las urnas es insignificante, por no decir nula. En otras palabras, no representan un peligro real al sistema democrático.
Podemos, cuyo cerebro es Pablo Iglesias, mucho más inteligente y sabiendo aprovechar las oportunidades que se le han ido presentando, amén de la desgraciada crisis económica, social y política en la que vivimos inmersos; ha sabido jugar y conjugar su saber hacer, para abrirse un hueco en la vida política. La cuestión es cómo lo ha hecho y el por qué. La primera cuestión, para cualquier persona que haya leído a Hitler, lo verá de forma inmediata. Aprovecharse de los medios de comunicación de forma reiterada, hasta la saciedad, dando consignas repetitivas, que poco a poco han ido calando en las personas que lo han perdido todo, que nada pueden perder y que su desesperación les ha llevado la peor de las ruinas que es la moral. Es compresible que un país con tantos millones de parados, sin posibilidad alguna de salir adelante; viviendo de padres o abuelos, que su pensión les da para malvivir, tengan como única esperanza a un “caudillo” de los desheredados del capitalismo liberal. Esos medios informativos, de los que he hablado le han dado una difusión impagable, a la hora de que la población capte sus mensajes, por otra parte sencillos, directos y dirigidos a la masa poblacional, que tal como mencionaba Hitler han de ser así para que el pueblo llano pueda captar fácilmente lo que pretende quien los lanza a los cuatro vientos.
Por descontado entre ambos personajes, hay obvias diferencias, pero no debemos olvidar cuál es la esencia de lo que se pretende: desestabilizar y monopolizar el poder.
Por otra parte, el manejo que Pablo Iglesias ha hecho, ha sido por el momento, magistral. Infiltrar en organizaciones de izquierda, en este caso I.U. a personas de su entorno, haciendo que lleguen a la cúpula de poder y una vez instalados, dinamitar a la organización desde dentro; de tal forma, que su recuperación como partido o coalición de partidos sea una tarea titánica. Desmembrando a contrincantes, que pueden hacerle sombra, obtiene un doble beneficio: por un lado, captar a los votantes de ese u otros partidos y hacer desaparecer de la escena política a los únicos que podrían hacerles sombra. Es evidente, que los votantes cautivos o los que votan de manera convencional al mismo partido o similares y que se encuentran en un arco parlamentario distante, es más complicado arañar esos votos; pero dadas las circunstancias socio políticas de la actual situación española, tampoco es de extrañar que un buen puñado de votantes del P.P. pasen a engrosar las filas de los de Podemos. Prueba de ello son las encuestas de C.I.S.; por descontado todo partido que se encuentra en el poder sufre un desgaste, y máxime si tenemos presente que el P.P. ha tenido que asumir en solitario la tarea de recuperar, al menos en parte, la economía española.
El caso del P.S.O.E., es bien diferente, descabezada desde hace tiempo, con un secretario general que no tiene una idea muy clara de cuál es el rumbo a seguir, no es rival para una fuerza como la que hasta el momento ostenta Podemos. La idea es clara, acabar con el arco parlamentario de la izquierda, para asumir en solitario el liderazgo absoluto. No ahora, pero sí en los próximos años. Una vez llegados al punto de las elecciones y si hacemos caso al C.I.S., sería la segunda o la tercera fuerza política. Desde esa posición privilegiada, Podemos lanzará toda su artillería pesada, para desequilibrar el parlamentarismo español y de esta forma asumir en unas futuras elecciones generales el poder.
Por qué lo hace, esa sería la segunda pregunta que nos ocupa. Podemos, hasta dónde se sabe ha recibido dinero de Venezuela e Irán; posiblemente de otros países similares a esos. El motivo es fácil de dilucidar, si tenemos presente que España es la puerta a Europa de Hispanoamérica, enrocando un movimiento desestabilizador en uno de los países miembros de la U.E., les será relativamente sencillo poder hacer caer a la misma Europa o al menos, dejarla en tan malas condiciones que su recuperación sea prácticamente imposible. En otras palabras, España ha sido elegida por su mala situación económica y por ser la puerta de más fácil acceso a Europa.
Los motivos para que eso ocurra, pueden ser tan oscuros que ni siquiera Pablo Iglesias los sepa. Lo que él tiene claro son las formas para llegar al pueblo y manipular las situaciones, que le afectan a él o a su partido, léase miembros del mismo. A cada ataque un contraataque, por cada una que pretenden hacerle él saca pecho y con el menosprecio del dictador que es, hace alarde de sus virtudes y los defectos de los demás. Jamás pedirá una disculpa, admitirá un error. Él está en lo cierto, pese a quien pese y lo que es más grave de todo. Nadie se percata de que su afán constante es llegar a destruir por completo España. Ciertamente, en las redes sociales se habla, comenta y discute al respecto. Sin embargo, los medios de comunicación silencian todo el montaje que ha realizado Pablo Iglesias y viendo como se está poniendo la situación, quieren congraciarse con él, para que cuando esté instalado en el poder, puedan seguir trabajando. Craso error, una vez instalado en el poder, si llegara a suceder, desmantelará todo el aparato y reconstruirá uno que a él le pueda convenir. Aquí estoy hablando que hará lo mismo que Hitler, una vez en el poder, destruirá la de democracia y nada ni nadie podrá hacer nada al respecto… ¿nada ni nadie? No, la única alternativa viable y factible, sería un golpe de Estado que conllevaría a la inevitable confrontación armada, dando al traste con todo el trabajo realizado. Porque dudo mucho que las Fuerzas Armadas, acepten a Pablo Iglesias, desmembrar España sin que hagan absolutamente nada. Claro que la consecuencia inmediata, sería la expulsión de España de U.E. (recordemos el golpe de Estado de los coroneles en Grecia), la O.T.A.N. y un aislamiento internacional que llevaría a nuestra nación a un estado similar, por decirlo de una manera suave, al que sufrimos tras la victoria aliada en la II Guerra Mundial.
La solución, en mi opinión, única sería reformar la ley e impedir que partidos desestabilizadores y por descontado incluye a E.T.A. y su entorno político, puedan acceder a la política. Es una autodefensa necesaria para salvaguardar nuestra democracia y de una vez por todas. Tratar a esos grupos, como lo que son simples sociópatas que ni pueden ni deben participar en la vida política.
El paso necesario es reformar de una vez por todas las corrupciones políticas y las corruptelas que generan unos criminales, que no solo van en contra del orden social, sino contra España, en el más amplio sentido del término. Regenerar nuestra partidos democráticos, aislando definitivamente a esa gente; lo mismo con la banca y demás instituciones que estén afectadas por esta crisis de valores, que nos están hundiendo en la más salvaje de las miserias.
DEMÓSTENES
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