Hoy es su día. Y parece que tiene que llegar esta jornada para acordarnos de ellas y darnos cuenta de cómo nos han marcado a lo largo de nuestras vidas. ¡Todo lo que nos han enseñado! ¡Gracias a Dios que siguen por aquí y que sea por muchos años!
Cuando eramos niños podíamos pasarnos horas enteras embobados por su presencia, admirándolas con la boca abierta. ¡Qué suerte tenemos! ¿Qué hubiese sido de nuestra vida sin vosotras? Gracias por todo lo que nos habéis enseñado, gracias por darnos esa fuerza que solo vosotras tenéis. Además, por mucho que crezcamos nunca dejáis de sorprendernos. Cada vez que os visitamos nos damos cuenta de algún detalle que antes se nos había pasado por alto y pensamos: ¡Increíble!
¡Sois únicas e irrepetibles!
Muchos opinaréis que todo esto es solo una patraña como el día de los enamorados, o el día del padre, que simplemente…
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