Reblogueado desde El bosque silencioso:
Sobre la posesión del dinero, las razones de Pla no pueden ser más sensatas. Quizá en la vejez tiene un valor relativo, pero cuando se es joven su carencia es una desgracia porque deforma grotescamente la percepción de las cosas.
Téngase en cuenta que durante esos años la vida se basa sobre todo en la perentoria satisfacción de los deseos. Todos los oropeles y perifollos con que la adornamos en nuestra ofuscación, podrían ser desenmascarados si tuviésemos los medios económicos para confrontarlos con la realidad.