
A Dorothy Parker le encantaba enumerar cosas. En uno de sus poemas habla sobre las maneras que existen de suicidarse: con una hojilla, con un mecate, en un río, con ácido, con drogas, con armas, con gas… termina concluyendo que todas estas opciones causan algún tipo de malestar y que por tanto, a falta de una buena forma de quitarse la vida… mejor es seguir viviendo.