
León Amiras se reencontró en noviembre con sus raíces aragonesas y catalanas. Con la Sefarad que sus antepasados tuvieron que abandonar entre lágrimas para dispersarse por Salónica (Grecia) o Esmirna (Izmir, Turquía). El anuncio del Gobierno español de otorgar la ciudadanía por carta de naturaleza a los descendientes de los judíos expulsados en 1492 emocionó a este abogado sefardí de Jerusalén.