Reblogged from El bosque silencioso:

Pasaba gran parte del día en el umbral de su casa, mirando directamente a los ojos de los transeúntes que cruzaban la calle Alfolí.
Macaria los interpelaba con una sonrisa que mostraba su dentadura cariada. Todos pasaban de largo sin prestar atención a esa mujer de pelo ensortijado y edad indefinida, con una bata estrafalaria que parecía la túnica de un nazareno.